Se llama así a un café expreso elaborado con bastante más cantidad de agua que uno normal. El café americano tiene un contenido en cafeína más alto que el de un café corto, un “ristretto” por ejemplo. Un café corto no tiene la cantidad de agua necesaria para disolver la cafeína que contienen los siete gramos de café molido que hay en el filtro, sin embargo al dejar pasar el agua que lleva un café americano, se disuelve prácticamente toda la cafeína disponible. (ver Café con agua).