Cocción

La preparación del café por cocción fue el primer sistema que se empleó, y el único utilizado durante muchos años, actualmente es el café que se toma en Turquía y en Grecia y el que siguen utilizando en los países árabes al cabo de los siglos.
El café finamente molido se pone en una cafetera con agua fría. Cuando llega a la ebullición se aparta, se desespuma y se vuelve al fuego para repetir esta operación tres veces. Se le añade azúcar y alguna especia como canela o cardamomo. Se sirve sin colar y el que lo toma ha de saber que debe dejarlo reposar para no beber los posos.
Este sistema fue el único utilizado en el mundo hasta el s. XVIII. En los países de Oriente Medio se prepara actualmente el café realizando todavía todo el ciclo: tueste, molido e infusión, igual que se hacía en el S. XV. El tueste se lleva a cabo en una especie de sartenes con el mango muy largo y que incluso pueden llevar una cuchara colgada de una cadena para remover el café y evitar que se queme. También se evita que se queme con el movimiento que continuamente se imprime a la sartén tostadora. Una vez terminado el tueste se procede inmediatamente a moler el café y a preparar la bebida.
La cafetera, metálica, sirve normalmente para preparar y servir el café aunque cuando se desea hacer una presentación de más categoría se sirva en una cafetera de porcelana. Este sistema fue cayendo en desuso tras llegar a Europa a principios del S. XVII, al ir observando los consumidores que les resultaba más agradable la infusión realizada sin que el agua llegase a hervir.