La recolección del café a mano o “picking” consiste en recoger uno por uno, solamente los granos maduros, volviendo periódicamente al campo a cosechar los nuevos frutos cuando vayan madurando. Solamente se recolecta el grano que está a punto, por lo que la calidad es la más alta posible ya que todo el café tiene el mismo grado de madurez. Este sistema supone un trabajo ímprobo que emplea mucha mano de obra y dura mucho tiempo. Este modo de recolectar el café es el que se emplea en los países que producen cafés de más calidad.