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Té Negro (100 uds)
8,60€
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El té negro es una de los tés e infusiones más populares y consumidas en todo el mundo, apreciado especialmente por su robusto aroma y su perfil intenso en boca. Procedente de hojas de té que pasan por un proceso prolongado de oxidación, adquiere un color cobrizo oscuro característico, sabor intenso y una mayor concentración de teína en comparación con otros tipos de té.
Esta bebida es ideal para quienes desean mantenerse activos durante el día, mejorando la concentración y aportando vitalidad desde la primera taza. Además, el té negro es conocido por su riqueza en antioxidantes, que ayudan a combatir el estrés oxidativo del organismo.
Presentado en cómodas bolsitas individuales, este formato garantiza la calidad y frescura de la infusión en cada momento del día.
Principales propiedades
- Estimulante natural gracias a su alto contenido en teína.
- Rico en antioxidantes, beneficiosos para proteger las células frente al envejecimiento prematuro.
- Favorece la concentración y claridad mental.
- Ayuda a la digestión, especialmente tras comidas copiosas.
- Acción revitalizante, ideal para empezar el día o recuperar energía.
Notas de cata
- Aroma: Intenso, penetrante, con notas ligeramente amaderadas y maltosas.
- Sabor: Robusto, pleno y con cierta astringencia característica.
- Textura: De cuerpo medio a intenso, dejando un agradable recuerdo prolongado en boca.
Origen y contexto
El té negro tiene su origen en China, donde se comenzó a producir como resultado de la necesidad de conservar mejor el té en largas travesías. Con el paso del tiempo, esta variedad se extendió por todo el mundo, especialmente en países como India, Sri Lanka (Ceilán), Kenia y Turquía, que actualmente son los principales productores.
Estas regiones poseen las condiciones ideales para su cultivo: climas húmedos, altitudes elevadas y suelos ricos en nutrientes, factores clave para obtener la calidad excepcional y el carácter robusto que identifican al té negro.
Método de cultivo
El té negro proviene de la planta Camellia sinensis, cultivada mayoritariamente en plantaciones situadas en altitudes medias y altas, donde las condiciones atmosféricas permiten obtener hojas tiernas y ricas en propiedades. Su proceso de producción implica la recolección manual o mecánica, seguida de un marchitado controlado que permite la posterior oxidación natural.
Durante el proceso de oxidación, las hojas adquieren su color cobrizo característico, desarrollan un aroma más intenso y concentran mayor cantidad de teína. Finalmente, se someten a un secado que fija sus propiedades organolépticas, proporcionando el característico sabor intenso y el perfil estimulante que tanto caracteriza al té negro.
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