El café, ese líquido negro imprescindible para que muchos puedan empezar el día con energía. Esta bebida es una de las tres más consumidas del mundo gracias a su gran versatilidad a la hora de preparar y a que se puede tomar a casi cualquier hora del día, excepto por la noche. Si vamos a querer irnos a dormir pronto, deberá ser descafeinado, en todo caso. Además, es una de las bebidas sin alcohol más sociabilizadoras de algunos países.
Por estos motivos hoy te traemos de dónde sale el café, para que así puedas conocer tanto el origen como la procedencia de este maravilloso líquido.
Índice de contenido
¿De dónde sale el café? El origen
Como todo gran descubrimiento fue por casualidad. Cuenta la leyenda que de donde sale el café no es más ni menos que de la provincia de Abisinia, Etiopia, haya por el siglo XI.
Hay una historia, posiblemente con algo más de ficción que de realidad, que cuenta que fue descubierta por un pastor de cabras llamado Kaldi que paseaba su rebaño por los montes de este territorio. Un día se fijó en que sus cabras se comportaban de una manera extraña tras haber comido unas bayas rojas, como si las cabras tuvieran más energía. Al ver esto, Kaldi decidió probar estas bayas, las bayas de café. Al rato, el pastor empezó a sentirse también más enérgico por lo que deció llevar las bayas al monasterio, por si se trataba de brujería.
Los monjes pusieron a cocer las bayas por curiosidad, al rato probaron esa bebida y les supo tan amarga que escupieron el líquido, con la fortuna de que alguna baya cayó al fuego. Los monjes, al rato, empezaron a oler ese aroma tan característico y apetecible del café tostado, por lo que se les ocurrió tostar las bayas antes de cocerlos.
Con el paso de los siglos, estas bayas fueron recorriendo el mundo gracias, en parte, a que los esclavos africanos llevaban consigo estas bayas para tener más energía; llegando a convertirse a lo que es hoy en día.
¿De dónde sale el café? El cafeto
El cafeto o árbol de café es de donde sale el café, la semilla de las bayas que produce este árbol.
El cafeto se cultiva en la franja ecuatorial llamada “Cinturón de Café” que comprende países africanos, sudamericanos y asiáticos. Se cultiva en esta zona debido a que son las condiciones climatológicas de temperatura y humedad idóneas para el crecimiento de esta planta. Aunque luego, hay otras condiciones que afectan a este cultivo como es la altitud o los ciclos húmedos y secos, generando así las más de 120 variedades que hay de café, aunque las más conocidas son la arábica y la robusta.
Hoy en día, los países que son los mayores productores de café del mundo son Brasil, su producción supone el 30% de toda la producción mundial y su producción principalmente es de la variedad robusta. Después le sigue Vietnam, con casi el 20% de la producción mundial; y otros como son Colombia -uno de los países más relacionados con el café-, Etiopía o Indonesia, con su famosa región de Sumatra.
¿De dónde sale el café? El proceso
El primer proceso es el de la recolección. Se puede recolectar a mano o a máquina, la recolección a mano es más laboriosa, pero se emplea en plantaciones en altura para buscar una mayor calidad y excelencia ya que al recogerlo a mano se recolectan las bayas que están en su punto óptimo de maduración.
Una vez recolectado, hay dos métodos distintos para trabajar las bayas, el método seco y el húmedo.
Método seco
Es el método tradicional y es el más sencillo gracias a que no se necesita grandes infraestructuras. Lo único que hay que hacer es extender las bayas recolectadas en una superficie y dejarlas secar al sol o en secaderos, este proceso dura unas semanas hasta que el fruto se endurece.
El único problema que puede surgir en este proceso es que el secado no sea uniforme, dando lugar a sabores desagradables.
Una vez endurecido, se separa el grano del fruto del pergamino para tener el grano limpio. Este proceso es conocido como trillado.
Método húmedo
En este proceso se usa el agua para separar los frutos de las hojas, ramas y bayas defectuosas. Después, se separa la cáscara del grano de café y la pulpa que lo recubre y se pone a fermentar entre 12 y 36 horas en tanques. Esta fermentación puede ser en seco o en húmedo y permite retirar más fácilmente la pulpa y aportar matices y sabores al café.
Una vez pasado el tiempo de fermentación, se lavan los granos y se ponen a secar. Los granos aún conservan el pergamino que se le retira una vez secos mediante el trillado.
Este método necesita de una mayor infraestructura, pero asegura que la calidad del grano sea homogénea. Es el proceso más usado actualmente
Sea cual sea el proceso que se haya empleado para el tratamiento del café, el último paso es el tostado del grano de café. Hay tres tipos de tostado de café, haciendo que cada uno aporte al grano distintos matices y aromas, están el tostado ligero, el medio y el oscuro.
Hasta aquí este artículo, ahora ya sabes de dónde sale el café, por lo que ahora solo te queda hacerte un buen café y disfrutarlo. Si estás más interesado en este mundo échale un vistazo a otro de nuestros artículos. Descubre un mundo de sensaciones: Café en grano arábica