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Cómo preparar un auténtico café irlandés (Irish Coffee)
“¿Esta bebida es de Brasil? No… es Café Irlandés: la mezcla perfecta de café intenso, whisky y nata que conquistó al mundo desde Irlanda.”
Así respondía Joe Sheridan, el creador de esta mítica receta, cuando los pasajeros creyeron que su invención, al llevar café, se trataba de un bebida de Brasil. Sin embargo, no hay nada más Irlandés que el whisky, y de ahí que Joe Sheridan lo bautizase como café irlandés. El café irlandés es mucho más que una bebida: es un cóctel icónico que combina café intenso, whisky, azúcar y nata para crear una experiencia única.
La receta de café irlandés es una de las más famosas del mundo que combina la intensidad del café con el carácter del whisky y la suavidad de la nata. Su historia se remonta a Irlanda en los años 40, y desde entonces se ha convertido en un clásico perfecto para disfrutar en sobremesas o en momentos especiales.
Índice de contenido
¿Cómo nació el café irlandés? La historia del Irish Coffee
El Irish Coffee nació en 1943, en el aeropuerto de Foynes (Irlanda). Allí trabajaba Joe Sheridan, un chef que buscaba reconfortar a unos pasajeros agotados tras un largo vuelo transatlántico en una noche fría y lluviosa. Su idea fue simple y brillante: preparar una mezcla de café bien caliente, whisky irlandés, azúcar y nata montada.
La bebida tuvo tanto éxito que pronto se convirtió en la especialidad del lugar. Años después, el periodista estadounidense Stanton Delaplane llevó la receta del café irlandés a San Francisco. En 1952, convenció al Buena Vista Café para incluirlo en su carta, y desde allí se popularizó en todo el mundo.
Hoy, el café irlandés es un emblema de la cultura gastronómica irlandesa y un clásico internacional.

Ingredientes del café irlandés: qué lleva y qué café usar
Hoy queremos enseñaros cómo preparar un buen café irlandés, con la receta original. Necesitas muy pocos ingredientes, pero todos deben ser de calidad:
| Ingrediente | Cantidad | Notas |
|---|---|---|
| Café El Criollo | 1 taza (200 ml) | Blend 100% arábica de tueste medio-oscuro, con cuerpo e intensidad para equilibrar la receta. |
| Whisky irlandés | 40 ml | Tradicionalmente se usa whisky irlandés, aunque se puede experimentar con otras variedades. |
| Azúcar moreno | 2 cucharaditas | Aporta dulzor y ayuda a equilibrar la fuerza del café y el whisky. |
| Nata líquida | Al gusto | Muy fría y semimontada para que flote sobre el café sin mezclarse. |
¿Qué café usar para un Irish Coffee?
Una de las dudas más habituales a la hora de preparar esta receta es qué café usar para un café irlandés auténtico.
El café no debe ser demasiado ácido ni ligero, ya que el whisky y la nata terminarían ocultando su sabor. Lo ideal es elegir un perfil con cuerpo, persistencia y notas achocolatadas, capaz de mantenerse en boca incluso atravesando la capa de nata. Si optamos por un café demasiado “fino” (floral, frutado o de acidez media-alta), pierde fuerza frente al whisky.
En la receta original de Joe Sheridan, servida en el aeropuerto de Foynes en 1943, no se empleaba espresso como solemos hacer hoy en día, sino un café filtrado fuerte, de tueste medio a medio-oscuro. Este tipo de café aportaba al café irlandés el cuerpo suficiente para equilibrar la intensidad del whisky y la suavidad de la nata, sin resultar excesivamente amargo.
Si prefieres espresso, puedes elaborarlo en tu cafetera espresso tradicional o incluso en una cafetera de cápsulas, siempre que uses un café de calidad. Sin embargo, para acercarte más a la receta original del Irish Coffee, lo recomendable es preparar un café filtrado fuerte.
Por ello, si buscas el mejor café para preparar un Irish Coffee, lo más recomendable es un 100% Arábica de tueste medio-oscuro, con baja acidez y buena estructura en boca. Estas características ayudan a mantener el equilibrio perfecto entre dulzor, cremosidad y fuerza.
Con esta elección no solo te acercas a la receta histórica, sino que además disfrutas de la calidad y el sabor característico de este café.
La recomendación de nuestros baristas: Cómo elegir el café ideal para un Irish Coffee
El secreto está en buscar un café con cuerpo, baja acidez y un punto dulce. Estos atributos permiten que el café destaque frente al whisky y armonice con la nata.
La pregunta clave es: ¿qué café usar para un Irish Coffee?
- El Salvador Villa España: cuerpo cremoso y dulzura pronunciada, perfecto si buscas suavidad.
- Brasil: baja acidez, notas de cacao y caramelo, cuerpo medio-alto → la opción más fiel a la receta original.
- Blends intensos: ideales si prefieres un Irish Coffee con mayor fuerza en boca.
En El Criollo recomendamos especialmente el café de especialidad Brasil. Su tueste natural ofrece un sabor intenso, gran cuerpo y delicadas notas a cacao, lo que lo convierte en la opción ideal para un Irish Coffee auténtico y lleno de matices. Gracias a su baja acidez, se integra a la perfección con el whisky irlandés y el azúcar moreno, potenciando el contraste con la nata semimontada, lo que lo convierte en el mejor café para Irish Coffee dentro de nuestra gama.
¿Qué whisky usar para un Irish Coffee?
La elección del whisky es tan importante como la del café a la hora de preparar un Irish Coffee auténtico. Al igual que ocurre con el café, el whisky debe seleccionarse cuidadosamente para equilibrar los sabores y lograr una bebida armoniosa.
Tradicionalmente, se utiliza whisky irlandés, en honor al origen de esta receta. Los whiskies de Irlanda se caracterizan por su suavidad y su carácter afrutado, muy distintos a los escoceses, que suelen tener notas de turba más marcadas. Marcas como Jameson, Bushmills, Teeling o Tullamore Dew son algunas de las opciones más populares y accesibles para disfrutar de un buen café irlandés.
Si prefieres un perfil más intenso, también puedes optar por un whisky con mayor cuerpo, siempre que no opaque el resto de ingredientes. La clave está en elegir un whisky que tenga la fuerza suficiente para mantenerse frente al café y el azúcar moreno, pero sin llegar a dominar el sabor del café, que sigue siendo el gran protagonista del Irish Coffee.

Paso a paso de la receta del Irish Coffee
1. Templa la copa de cristal
Antes de empezar, asegúrate de que tu copa está caliente. Para lograrlo, llénala con agua muy caliente durante unos segundos y después vacíala. Este pequeño truco evita que el café pierda temperatura demasiado rápido y ayuda a que el Irish Coffee se mantenga perfecto desde el primer sorbo.
2. Añade el café recién hecho y el azúcar moreno
Prepara una taza de café intenso, preferiblemente un café El Criollo de tueste medio-oscuro, y viértelo en la copa templada. Añade dos cucharaditas de azúcar moreno y remueve bien hasta que se disuelva por completo. Este paso equilibra el sabor amargo del café con un toque dulce y caramelizado.
3. Incorpora el whisky irlandés
Vierte lentamente unos 40 ml de whisky irlandés sobre el café ya endulzado. Remueve suavemente para que ambos sabores se integren a la perfección. Aquí es donde el café y el whisky se convierten en una sola base aromática, con fuerza y carácter.
4.Corona la bebida con nata fría
El paso final es el más delicado y el que convierte esta receta en algo único. Con la ayuda de una cuchara invertida, vierte poco a poco la nata líquida muy fría y ligeramente montada. El objetivo es que quede flotando sobre el café, creando esa capa blanca que lo distingue.


“Nata tan rica como el acento irlandés, café tan fuerte como un apretón de manos amistoso, azúcar tan dulce como la lengua de un pícaro, y whisky tan suave como el ingenio de la tierra.” Joe Sheridan
Consejos de barista para un Irish Coffee perfecto (extra al paso a paso)
Trucos avanzados para perfeccionar tu café irlandés: más cuerpo, mejor textura y proporciones finas sin repetir la receta.
1) Ajusta la fuerza del café
Para un Irish Coffee con cuerpo, usa ratio 1:15 en filtro (≈13–14 g por 200 ml) o un espresso alargado (120–150 ml). Evita perfiles muy ácidos.
2) Molienda y frescura
Muele justo antes. Filtro: media/medio-fina. Prensa: media-gruesa. El café fresco evita que el whisky “tape” los matices.
3) Azúcar moreno o sirope simple
Azúcar moreno (8 g) aporta notas a toffee. Para integrar rápido, usa sirope 1:1 (azúcar+agua caliente) en la misma cantidad.
4) Elige un whisky que sume
Mejor irlandés suave, meloso/cereal. Evita muy ahumados (peaty): dominan el conjunto y restan protagonismo al café.
5) Temperatura y aromas
Sirve el café a 65–70 °C y usa copa con asa. La nata semimontada actúa de “tapa aromática”: retiene los aromas sin mezclar.
6) Nata muy fría (35% MG)
Usa nata ≥35% materia grasa. Semimonta y vierte sobre cuchara invertida. Si quieres más estabilidad, endúlzala un 5–7% antes de batir.
7) Proporciones que funcionan
Base equilibrada: 200 ml café + 30 ml whisky + 8 g azúcar + nata. Sube a 35–40 ml de whisky solo si tu café es muy corpulento.
8) Carameliza o aromatiza (opcional)
Gourmet: flamea suavemente whisky+azúcar (con seguridad) o termina con canela, nuez moscada o virutas de chocolate.
El irish coffee es mucho más que un simple cóctel con café, es una experiencia sensorial única, donde la intensidad del café, la suavidad de la nata y el calor del whisky se combinan en perfecta armonía. Para disfrutarlo en todo su esplendor, no basta con seguir la receta: conviene cuidar ciertos detalles que marcarán la diferencia en la degustación.
El Irish Coffee también tiene su secreto, igual que el Martini de James Bond. Si el agente 007 pedía su cóctel “agitado, no mezclado”, aquí ocurre lo contrario: el café y el whisky deben mezclarse, pero la nata nunca debe removerse. El encanto está en degustar la bebida atravesando la capa fría de nata para descubrir el contraste de texturas y temperaturas en cada sorbo.
Aunque la receta clásica habla de 40 ml de whisky, puedes ajustar ligeramente según tu gusto. La clave es que ninguno de los ingredientes café, whisky, nata o azúcar eclipse al resto. Un Irish Coffee perfecto es siempre armonía.
Personaliza tu café irlandés: variaciones creativas
El café irlandés auténtico es un clásico, pero como toda receta icónica admite reinterpretaciones que permiten explorar nuevos matices sin perder su esencia. Estas son algunas ideas para darle un giro diferente a tu Irish Coffee:
- Irish Coffee con especias
Añade una pizca de canela, nuez moscada o incluso cardamomo al café antes de incorporar el whisky. El resultado es un perfil aromático cálido y envolvente, perfecto para el invierno. - Chocolate Irish Coffee
Sustituye parte del azúcar por sirope de cacao o chocolate negro rallado. La combinación con el whisky y la nata da lugar a un postre líquido irresistible, muy goloso y sofisticado. - Irish Coffee helado
Ideal para el verano: prepara la base con café frío o cold brew, añade whisky irlandés y un toque de azúcar líquido, y termina con nata semimontada. Refrescante y sorprendente. - Versión ligera con nata vegetal
Una alternativa pensada para quienes buscan opciones más digestivas: utiliza nata vegetal (de soja, coco o avena). Mantiene la cremosidad, pero aporta matices nuevos al conjunto. - Irish Coffee con licores aromáticos
Sustituye parte del whisky por un licor de avellanas, de almendra o incluso de naranja. Se consigue un perfil diferente, más suave y con notas dulces o cítricas que armonizan con el café.
Cada una de estas variaciones conserva el equilibrio entre café, whisky y nata, pero abre la puerta a reinterpretaciones más personales, alineadas con las nuevas formas de disfrutar el café de especialidad.
¿Cuál es el momento ideal para disfrutar del café irlandés?
El café irlandés es una bebida versátil que se adapta a diferentes momentos del día y ocasiones especiales. Aunque pueda parecer una opción tentadora para empezar la jornada gracias a la presencia de café, el contenido de alcohol hace que el Irish Coffee se disfrute mejor en otros momentos.
Tradicionalmente, el café irlandés auténtico se sirve al final de una comida, como digestivo. La calidez del whisky, combinada con la energía del café y la suavidad de la nata, lo convierten en la conclusión perfecta para una cena relajada o una comida especial. También es habitual en los almuerzos de fin de semana, donde aporta un toque festivo y diferente.
Otro momento ideal para saborearlo es en una tarde o noche fría. El Irish Coffee no solo reconforta, sino que también despierta los sentidos, convirtiéndose en el acompañante perfecto para una charla tranquila, un momento de relax en invierno o incluso como broche en reuniones con amigos.





