Conservación

Conservación del café tostado. El café, una vez tostado, se deteriora rápidamente. Su aroma va desapareciendo en poco tiempo y la grasa que contiene se ve atacada por el oxígeno atmosférico que le va dando un sabor a rancio cada vez en aumento. Estos problemas son aún mayores si nos referimos al café molido ya que la superficie que expone al ataque del oxígeno es mucho mayor que en grano.